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martes, 12 de agosto de 2014

La Chicotá de Nandel: El año que vivimos peligrosamente


En el libro “El año que vivimos peligrosamente”, C. J. Koch viene a hablarnos del conflicto que se generó allá por el ´65 donde tras entrar en conflicto Indonesia con el mundo Occidental, el periodista Guy Hamilton llega a Yakarta, enviado por su diario para entrevistarse con el Presidente e informar sobre la situación política. Koch nos seduce para introducirnos en un universo de misterio, violencia, intriga, terror y un mundo lleno de sucesos enigmáticos.

Este último año en Córdoba, este mundo único cordobés, especial y diferente frente a toda actividad que no es la cofrade, nos ha dejado tantas cosas que se podría titular así, “El año que vivimos peligrosamente”...

Un año donde por no tener titulación de periodismo se tacha a todo aquel que informa con ilusión sobre nuestras cofradías como alguien dañino y, en consecuencia, al medio donde haga públicas estas informaciones.

Se ha intentado diferenciar en el mundo del bien a los titulados y, por el contrario, en el mundo del mal a los que en verdad han dado noticias. Unos titulados, otros dando titulares.

Un año en que me paraba la gente por la calle (y a muchos colaboradores), bien para pedir templanza en algunos temas, bien para animar a seguir en el camino de la información, sin cortapisas, sin amiguismos. Cuando la noticia solo tiene un camino y, no es opinión, sino la verdad de unos hechos, documentos, apuntes económicos, no pueden existir más que dos caminos. O se informa de algo ocurrido o nos callamos y esperamos que lo malo se esconda, se oscurezca y así vaya creciendo un monstruo que se va creando con acciones deleznables. Acciones y movimientos que se realizan en un grupo cristiano, que no se deben permitir por el bien de la Iglesia.

La Iglesia muchas veces calla, flaco favor se hace a sí misma. Hay quien ha aprovechado el silencio de la Iglesia en muchos temas y actos. Si la Iglesia lo permite, es porque estará de acuerdo, pienso yo. Es la Iglesia la que debe controlar verdaderamente a estas personas; en contraste, hay otras que solo buscan ser parte de la Iglesia aportando a la misma, no utilizando su nombre en favor propio. 

Comenzó el año cofrade con una procesión Magna de la que haciendo resumen casi un año después solo saco una conclusión: “Vinieron Bandas de Música impresionantes”.

De aquella frase: “Viene esta Banda porque es un día único para la Hermandad, participar en este acto es algo especial”, hemos pasado a otra frase: “Es que hemos visto que esto es lo que le pega a nuestro Titular”.

Bendita sea entonces la Magna. No solamente Córdoba demostró saliendo en masa a las calles que somos seguidores de Jesús, participando en un Vía Crucis musical Magno, perdón, Vía Crucis Magno, sino que, a algunos, aunque lleven dos días en una Hermandad y no sepan su historia, les ha servido para darse cuenta que lo anterior, lo que algunos llaman sello, estilo, línea de la Cofradía, estaba totalmente equivocado por todos los antecesores. Menos mal que han llegado ellos y nos han abierto los ojos.

La premisa en cuanto a lo musical en algunas congregaciones que utilizan el nombre de la Iglesia para sus fines, también mal llamadas hermandades, tiene claramente dos conceptos básicos a la hora de elegir. Concepto número uno, que la Banda sea de fuera. Aunque no hayan ido siquiera a un ensayo o concierto de las Bandas de aquí, con el desconocimiento total de las mismas que ello conlleva. Concepto número dos, aquí ha de venir "esto" porque está de moda, porque ya no me sirve la Banda que venía antes, aunque la cosa fuera como la seda y, sobre todo, porque yo soy el que entiendo y además así me lo he montado, de buen entendido, nadie me va a decir nada traiga lo que traiga.

Siempre hemos visto queja en Bandas cordobesas, yo creo que desde que se creó la primera, la queja existe. Ya se sabe que el que no llora no mama, pero ahora, las quejas creo que se sostienen con la razón.

Con dos Agrupaciones Musicales que pueden codearse con la mayoría de las de Andalucía, con Bandas de Cornetas que han apostado por la técnica y la calidad trayendo a gente de fuera contratada, o gente de aquí sin contratar, con sobrada experiencia y buen gusto a la hora de dirigir, con Bandas de Música, una más hecha, otras en proceso de ser muy buenas Bandas con el apoyo de dos grandes Hermandades detrás... No creo que a las Bandas de Córdoba, con la razón en que ellos se basan y el ejemplo de los que queremos ver y escuchar lo que nos ofrecen, se les esté haciendo un vacío, sino que, claramente, se las está menospreciando por ser de la ciudad.

Dejando de lado el tema musical, que daría para muchos artículos de opinión, podríamos decir que donde hemos vivido peligrosamente ha sido, como comentábamos antes, en la flexibilidad, por llamarla de algún modo, de la Iglesia a la hora de revisar algunas quejas de hermanos que se han presentado a comicios en sus hermandades.

Se ha vivido peligrosamente, ocultando la verdad o exagerando descaradamente (con la Iglesia sin querer saber nada de nada) y pregonando o dejando pregonar desastres patrimoniales, simple y llanamente, para arañar a los hermanos algo de dinero. Se podría tachar lo que pasó en una Hermandad en concreto, como la “limosna del miedo”.

Se vivió peligrosamente en el Buen Pastor por una persona peligrosamente vinculada a la hermandad que con su lamentable acción dejó claro que es de los que si no tiene el poder, todo, Titulares al frente le sobran. Lo que importa para este ser es que yo, mi hermano, mi amigo, sea el que comande esta nave, que entre todos ya veremos a ver dónde la llevamos.

Como ven, no es que haya sido un año donde hayamos vivido peligrosamente, o donde no nos haya dejado la Iglesia vivir de otra forma, sino que, ha sido un año realmente movido por cosas que se alejan muchísimo de lo que en verdad importa.

En los próximos días intentaremos ver en los proyectos confeccionados por dos de las hermandades más importantes de Córdoba que vivirán un año extraordinario, -la Esperanza y la Paz- que realmente lo que importa es la celebración del Culto a Dios. Ojalá, estas dos hermandades nos animen a pensar que lo pasado, pasado está, que nos espera un año lleno de buenas obras y buenas noticias.

Para despedirme, un consejo. Todos tenemos infinidad de “Grupos Whatsapp”, de Costaleros, de Bandas, Juntas, amigos cofrades, etc, etc, etc. Pertenezco a uno en concreto de una cuadrilla cordobesa en el cual, a parte de desearse un buen día desde las primeras horas de la mañana, minutos antes de las 12:00 p.m. se envía por parte, generalmente de un miembro de la misma, el texto para el rezo de El Ángelus.

Rezar El Ángelus no nos quita nada de tiempo durante la mañana, durante el día en general y, realizar alguna Oración al levantarnos, al irnos a dormir, tampoco. Todo aquel que sea cofrade y, por lo tanto cristiano, no olvide que el cristiano no tiene por qué ser cofrade acérrimo, debería de tomar en consideración algunos actos que no realiza, darle el valor que merecen, puesto que estos actos son los que verdaderamente hacen que sintamos algo en nuestro interior y, a veces, nos den paz y seguridad para hablar en un futuro a Dios. Dios no solamente está para escuchar nuestras peticiones. Dios, también nos quiere escuchar agradecidos y, saber que lo queremos sobre todas las cosas, incluso se conformará con los minutos que nos sobren del día con esas cosas que nosotros pensamos, son las importantes.

Fernando Blancas Muñoz









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