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miércoles, 4 de marzo de 2015

La Firma Invitada: ¿Están los conciertos en decadencia?


Vivimos tiempos en los que toca apoyarnos los unos en los otros. Gracias a Dios, los andaluces somos solidarios por naturaleza, al menos es lo que yo y muchos de los que estamos en el mundo cofrade opinamos. La semana santa no está exenta de la beneficencia para poder continuar...

¿Hacemos un certamen benéfico?

Este recurso se está utilizando masívamente por hermandades y cofradías, asociaciones y colectivos dentro del mundo cofrade para bien ayudar a los más necesitados o para conseguir fondos económicos y restaurar pasos, altares etc etc. Pero ¿que hay detrás de todo lo que conlleva realizar un concierto benéfico? ¿cual es la posición de las formaciones musicales?

Años atrás cuando cualquier colectivo decidía organizar un certamen o concierto de bandas se hacía en la mayoría de los casos para fomentar este tipo de formaciones y la música cofrade. En ese momento se intentaba recaudar fondos mediante la ayuda de los ayuntamientos, publicidad de empresas participantes etc etc. Hoy en día hay quienes pretenden organizar conciertos y sacar del mismo los gastos,  pero es que además ganar dinero con ello.

En el momento en el que se decide organizar un concierto benéfico se entiende que como tal, todo lo recaudado irá destinado al fin elegido. La forma de actuar generalizada para este tipo de actos es algo así como, las bandas que van a venir no van a cobrara nada por su actuación, pero además si puede ser que se paguen ellos mismos el desplazamiento y ya puestos a ver si alguna también se paga sus dietas. ¡Eso sería genial! Dirían los susodichos. Y digo yo, a ver si algún sastre o alguna fábrica de instrumentos hacen uniformes y trompetas benéficas.

Se monta una barra donde un filete o una hamburguesa seca con un refresco vale cuatro euros (un robo si, lo se). Se monta un stand para vender llaveros de la/las hermandades organizadoras etc. 

Para que un acto de este tipo tenga cierta repercusión y poder recaudar hay que llevar alguna banda de cierto nivel y ahí es cuando llega el momento de tomar una decisión importante. Encontrada esa formación que puede cuadrar la fecha  hay que pagarles, pero es un concierto benéfico ¿no?. Exacto, pero pasa lo siguiente, las bandas de cierto nivel tienen peticiones de conciertos benéficos durante todo el año, bandas con un caché que rondan los cuatro mil a seis mil euros. Estas bandas por lo general pueden ir a dos o tres actos benéficos y sin cobrar al año, pero no más. Una banda comienza a gastar dinero cuando sale a actuar nada más que el conductor del bus da al contacto.

Llegado a este punto el concierto benéfico pasa a otro nivel. Benéfico como tal debe ser que lo recaudado debe ir para tal fin y por lo tanto si queremos que se recaude hay que traer a bandas buenas y si la de primer nivel cobra ¿como lo hacemos?. La solución es cobrar entrada. De esta forma si consigues traer una banda de primer nivel te aseguras un buen número de asistentes y si cobras una entrada pongamos entre cuatro y ocho euros puede que recaudes un buen pellizco.

Y es aquí donde todo esto me hace llegar a la conclusión de que los certámenes de música cofrade están en decadencia. En un concierto te puedes encontrar una banda que lo abre y que actúa de forma gratuita e incluso pagándose los gastos de desplazamiento y ojo, a veces en conciertos no benéficos. Otra puede que tenga la suerte de cobrar al menos el desplazamiento y un bocata. Pero la buena, la que cierra el acto puede cobrar entre su caché y dietas, de cinco a siete mil euros.

Este tipo de certámenes están al alza y esto tiene un por que y unos culpables, las propias bandas. Una hermandad te llama y te dice que está organizando un certamen   benéfico para arreglar el paso y te pide que vayas gratis y pagándote el desplazamiento, lógicamente le dices un no rotundo y se lo argumentas. Esta te dice que otras bandas van a ir con esas condiciones... pues seguirán al alza estos actos.

Quiero ponerme en el lugar de esas bandas humildes que no tienen mas remedio que, si quieren salir a enseñar su música y su trabajo tiene que pagarse sus propios gastos. Así está la cosa.

Punto y aparte tienen algunos impresentables que van por ahí tirando a tal o cual banda, que van difundiendo su idea de que las bandas cofrades son secundarias e incluso se pueden pasar sin ellas y se les ocurre la brillante idea de organizar su certamen benéfico y se ponen a llamar a bandas gratis y si puede ser que se paguen el desplazamiento, algunas de esas mismas son las que no pueden ni ver. Hay que tener la cara muy dura.

Un buen amigo y músico de una formación de gran nivel me comentó que este año tienen la cosa escasa de conciertos. Normal, se puede participar de forma desinteresada en uno, dos o tres actos al año, pero no todos los fines de semana. Pero claro, hay bandas que si que lo hacen y lo que no entiendo como conté en mi articulo “Cuanto vale la música” es ¿de que se mantienen?.

Afortunadamente hay quienes todavía intentan difundir la música cofrade y realizan conciertos de forma privada.

Como comento al comienzo, la semana santa no está exenta de la beneficencia y nos toca ayudar a todos en la medida de lo posible para que en Andalucía segamos teniendo las mejores procesiones del mundo. Pero por favor, no tomemos por costumbre a las bandas como un mero instrumento recaudador. Nuestras formaciones musicales ponen la música en la pasión, muerte y resurrección de Cristo cada primavera, ténganlo en cuenta.


Alfonso García












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