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lunes, 22 de junio de 2015

San Roque se convirtió en una alabanza a la Virgen


Blas Jesús Muñoz. En contadas ocasiones se ven hechos como el acontecido con la llegada de la Virgen de la Sierra a Córdoba. Calles repletas para dar cuenta de que la piedad popular es más que una frase apropiada sobre el papel. Trasciende a lo geográfico como, durante estos días con la Patrona de Cabra, se está pudiendo comprobar.

Flanqueada por el Señor del Perdón y la Virgen del Rocío y Lágrimas, la Virgen de la Sierra presidió por unos instantes San Roque, camino de la Trinidad. El templo se convirtió en el Arca que aglutinó las esperanzas de los devotos allí reunidos, en torno a la Santísima Virgen.

La Reina de la Subbética ya estaba en Córdoba y, con Ella, las letanías entendidas de los siglos que no pasan por su rostro y que dejan, en el sustrato invisible de cada generación, un poso de verdad inabarcable. San Roque fue más que un instante, fue un templo consagrado a su grandeza, una alabanza como la que de dedico en honor de Ella, de María Santísima de la Sierra:

Bienvenida Madre.
Bienvenida a tu casa, casa de Dios y casa de todos.
Tu reflejo, sobre el puente romano, ya navega por el Guadalquivir.
Las campanas,  de la mas alta torre de la ciudad, han sonado para TI
porque en Córdoba, entra la Virgen.

Hoy vivimos en San Roque un hecho histórico donde una Madre visita a sus hijos, y como en toda casa donde esto sucediera, el júbilo, no podría ser menos.
Esa madre eres TU, nuestra Santísima Virgen de la Sierra.
Tus devotos de Cabra en Córdoba y la provincia entera te reciben en el barrio de la Trinidad.

A partir de aquí, continuarás tu camino, donde seguro que no extrañarás las calles, pues con mucho gusto, esfuerzo y dedicación, vecinos y los abuelos de las residencias, Trinidad y San Juan de la Cruz, se han encargado de elaborar las flores que engalanan las calles, en señal de su amor a TI, en una ofrenda de manos gastadas en el tiempo que jamás imaginaron, hacer tal preciado regalo, a la Madre de Dios en la tierra.  “Madre amada de la Sierra, no nos niegues tu favor”

Permanecerá en nosotros para siempre este momento, bajo un solo techo, distintos nombres, para un mismo amor, Sierra, y Rocío y Lágrimas, pero esta vez, de alegría y satisfacción.

En nombre de la Hermandad del Perdón, agradecemos este inolvidable regalo de entrar en nuestra casa, para tenerte más cerca y rezar ante tus plantas, hoy pedir sobra y dar las gracias no bastaría.
A partir de ahora, continua tu camino.

La Trinidad te espera, allí encontrarás tu cobijo en esta semana, escoltada siempre por  dos Ángeles que te arroparán como si en la Asunción te  encontraras.
Recibe estas flores y la medalla de la Hermandad del Perdón que te quiere , que siempre mira al picacho más alto, para implorar e invocarte en las adversidades y que siempre estés donde estés, te acompañaremos en el camino.
Bienvenida a Córdoba, bienvenida al barrio, bienvenida a San Roque, bienvenida a tu casa.

¡Viva la Virgen de la Sierra!
¡Viva la Patrona de Cabra!
¡Viva el Orgullo de los Egabrenses!
¡Viva la salud de los enfermos!
¡Viva la Celestial Viajera!
¡Viva la Madre de Dios!






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