¿Que usted dice que es cofrade y no entiende de leyes? ¿Que pretende presentarse a una junta de gobierno sin contratar a un abogado? Querido amigo, hoy en día, la túnica sin la toga es como el incienso sin carbón. Nada. Los episodios desagradables en el seno de las cofradías se disparan casi más rápido que lo que el cuerpo puedo asimilar. Y cada caso es peor.
Las últimas semanas están siendo más que traumáticas en el entorno cofrade. Una junta de gobierno que se sentó en un juzgado y que ha sido condenada por un tribunal civil por dañar el honor de un hermano de esa cofradía; un hermano mayor que no calla y sigue arremetiendo contra ese hermano; un hermano, a su vez, que amenaza con volver a llevar a los tribunales a ese hermano mayor; un caso pendiente de recurso; una agresión de quien pretendía ser vicehermano mayor; unas amenazas de quien quería ser hermano mayor; un hermano con collarín; un juicio rápido por esas amenazas. ¡Vaya tela! (como gritaba el viernes por la calle uno de los 'sancionados' por el Secretariado).
Para vergüenza de los que tienen vergüenza (otros intentan justificar sus dudosas actitudes insistiendo en el ataque a los demás) este espeluznante relato de acontecimientos es tan real como el título que ostenta alguna que otra hermandad.
Hoy no entraremos en detalle en ninguno de estos desagradables episodios. No buscaremos si es más culpable una parte o la otra. Si unos tienen más razón que los otros. Si una acción vino antes o después de la otra. Hoy nos preguntamos por el límite de estos acontecimientos. Y por la respuesta de la Iglesia ante todo esto. ¿Dónde están los directores espirituales? ¿Y los delegados episcopales? ¿Los vicarios, quizás? ¿O el obispo?
Actos de tanta trascendencia y gravedad como los que vienen sucediéndose requieren, llevan semanas requiriendo, una intervención directa de los responsables de la Iglesia diocesana. Un toque de atención enorme ante tanto despropósito. Un 'hasta aquí hemos llegado'.
Y eso debe plasmarse en decisiones contundentes, por duras que puedan parecer. Que a estas alturas lo de menos es si un paso va a poder salir a la calle en Semana Santa o no. Que si un martillo se va a dar a Fulano o a Mengano. O que si la hermandad va a perder a diez o a treinta hermanos. A estas alturas, la cosa es tan preocupante que corremos el peligro de que tantos siglos de fortaleza como hemos heredado terminen tirados por el suelo. Como terminó aquel hermano y su silla en la plaza de San Juan de Dios.
Las crisis
Al margen de polémicas, intentemos plasmar el 'minuto y resultado' de las cofradías gaditanas en crisis. En Las Penas, la medida del comisariado va a ser convocar una asamblea informativa para exponer la situación actual y, entre todos, buscar la mejor solución. En el Amor, están pendientes de la contestación al recurso que ha presentado la lista de José León del Moral tras ser retirada del proceso; aunque la decisión tomada parece que no tiene vuelta atrás. En el Nazareno, todo hace indicar que los condenados van a recurrir finalmente la sentencia, mientras que se está a la espera de que el juez incluya o no en ese primer fallo la obligación a retirar el comunicado de la polémica de la web de la hermandad. Y en la Esclavitud del Santísimo, poco o nada se conoce.
Comentarios
De todos los colores ha originado los hechos en torno a la cofradía del Amor conocidos esta semana. Nos quedamos con este mensaje que transmite un lector: "Cuando hace unos años un antiguo hermano mayor (omitiremos la cofradía, para no echar más leña al fuego) amenazaba en la televisión a los hermanos con llevarlos al juzgado si no trataban bien la túnica, hubo cierto cachondeo generalizado y veíamos eso de los juzgados como una cosa lejana en este mundo de cofradías, tan propicio a decretazos y golpes de báculo o estola. En estos días se han visto demasiadas noticias donde los juzgados han estado muy presentes. ¿Qué ha cambiado en tan poco tiempo? ¿La inoperancia de quien nos debe dirigir? ¿O que nuestros valores morales y católicos andan por los suelos?".
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| El Nazareno del Amor |
