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sábado, 6 de febrero de 2016

Hacia dónde mira el Cristo de la Conversión


Blas J. Muñoz. "Uno de los ladrones crucificados le injuriaba diciendo: ¿No eres tú el Cristo? Sálvate a ti mismo y a nosotros. Pero el otro le respondía: ¿Ni siquiera tú que estás en el mismo suplicio temes a Dios? Nosotros, en verdad, estamos merecidamente, pues recibimos lo debido por lo que hemos hecho; pero éste no hizo mal alguno. Y decía: Jesús, acuérdate de mí, cuando llegues a tu Reino. Y le respondió: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso". El pasaje recogido en el Evangelio de Lucas cobra en estos días mayor vigor, si ello es posible, gracias a la nueva talla del Cristo de la Oración y Caridad de la Pro-Hermandad de la Conversión de la barriada de Electromecánicas.

La imagen, de talla completa es obra del imaginero pontanés Pedro García Velasco, representando a Cristo Crucificado, aún vivo, y con una expresión en el rostro, con boca semiabierta y mirada suplicante, que da la sensación de estar articulando alguna palabra. El cuerpo, perfectamente definido, en el que se observan muchos detalles, está inclinado hacia adelante sobre la cruz. Toda vez que llaman la atención tanto la corona de espinas que guarda forma de casco como que la dirección de su mirada. Esta última no se ajustaría a la que tradicionalmente asocia la piedad popular a la escena, donde San Dimás se hallaría a la derecha de Cristo, otorgando de un nuevo matiz a la advocación.


El prototipo de la Conversión del Buen Ladrón

En este sentido la obra más afamada es la que realizara en el siglo XVII Juan de Mesa y que actualmente procesiona en la tarde del Viernes Santo hispalense con la Hermandad de Montserrat. Una talla cuyo dramatismo resulta evidente y cuyo modelo ha servido de inspiración a diversos autores. 


Uno de los ejemplos más singulares en este sentido es el del Crucificado que -a principios de la década de 1970- realizara el imaginero granadino Rafael Barbero para la Hermandad de las Penas de Málaga. La misma se basa en el canon que estableciera Mesa, si bien la obra acabaría finalmente en Moguer. Se da la curiosidad que la talla que vino a sustituir en la corporación de la Costa del Sol a la de Barbero fue otra realizada por el afamado imaginero Francisco Buiza, bajo la advocación de la Agonía. 


Finalmente, otro de los ejemplos lo hallamos en la Cofradía de los Coloraos de Murcia donde, en 2011 y con motivo del VI Centenario de la corporación, José Hernández Navarro realizaba el grupo escultórico del Santísimo Cristo del Amor en la Conversión del Buen Ladrón que procesiona el Jueves Santo en la citada capital.










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