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lunes, 29 de agosto de 2016

Israel Guijarro: "El problema es la competencia a mala fe, que es la que reina en nuestra música"


Guillermo Rodríguez. En poco más de una semana, la mirada de la Córdoba Cofrade se dirigirá de manera ineludible a la salida procesional de la Patrona de las hermandades, Nuestra Señora de la Fuensanta, en una procesión que se encuentra cuajada en los últimos años de una serie de elementos accesorios a la mera manifestación religiosa y que añaden un punto adicional de interés que abarca otros aspectos sociales que exceden del ámbito meramente cofrade. El desprecio permanente que el actual consistorio de la ciudad de San Rafael viene regalando por segundo año consecutivo a la Co-Patrona de Córdoba, excluyendo su procesión de los actos oficiales de una celebración que carece de sentido sin Ella, satisfaciendo de este modo a los colectivos vecinales que siempre han colaborado desinteresadamente en que el barrio que lleva por nombre el de la Virgen de la Fuensanta fuese casi siempre un semillero de votos para determinada orientación política, ha provocado una vez más que el máximo órgano de representación de las cofradías cordobesas haya realizado un llamamiento para demostrar al quien corresponda la fuerza de la devoción hacia la Virgen del la Fuensanta por parte del pueblo de Córdoba y por extensión la injusticia del desaire.

Mientras la mayor parte de las miradas se hallen el próximo 7 de septiembre recontando asistentes, como si de una manifestación se tratase, y medios de comunicación de uno u otro signo se afanen en sumar o restar, en función del color de su querencia particular, como si la devoción pudiera ser cuantificada, un grupo de jóvenes, unos músicos, unos auténticos valientes, teniendo en cuenta la situación actual del panorama musical, estarán cumpliendo un sueño. El brillo de su mirada reflejará la emoción experimentada cuando sus notas comiencen a dar paso al cortejo y la incalculable emoción sentida de quienes viven por y para que la música continúe latiendo al compás de sus corazones.

Al frente de ellos, estará Israel Guijarro, director musical de la Banda de cornetas y tambores Ciudad de Córdoba, y verdadero artífice de dar forma al esfuerzo colectivo que emana del trabajo solidario de interminables noches de compás bajo la luna cordobesa. Unos ensayos que, en declaraciones del propio Guijarro, "se reanudaron el día 16 de agosto con el punto de mira puesto en la procesión de nuestra Patrona, Ntra. Sra. de la Fuensanta". Guijarro explica que "es un gran honor poder participar en este acto para el que estamos preparando una serie de marchas específicas para que la calidad interpretativa sea la mejor posible, teniendo en cuenta que llevamos pocos ensayos". 

Guijarro, con toda una vida cerca del pentagrama a sus espaldas, desde sus primeros estudios de Educación Musical, en el colegio Alcalde Jiménez Ruiz, de la mano de su recordado maestro Antonio Panero, "al cual tengo que darle las gracias por animarme a seguir mis estudios en el Conservatorio de Música", dirige un patrimonio humano compuesto por medio centenar de músicos que pretenden ampliar a corto plazo ya que se encuentran el pleno "proceso de formación musical e instrumental de nuevos componentes". Una banda con muchos proyecto s en mente que a corto plazo se circunscriben en "cerrar la Semana Santa lo antes posible" antes cuyo objetivo Guijarro precisa que "por suerte a las hermandades a las que le ofrecimos nuestros sones quedaron muy contentas con nuestro trabajo".

Una de las primeras cuestiones que surgen de manera natural ante la aparición de una nueva formación musical es el estilo que pretende adoptar. En este sentido su director se muestra concluyente al afirmar que "no queremos encasillarnos en ningún estilo, pero tenemos claro que nuestro repertorio será eminentemente clásico" siempre trufado de "marchas de propias. Digamos que nuestro espejo puede asemejarse a la extinta Banda de la Fuensanta, sin ser una copia, pero si tomándola como punto de partida". No en vano, entre las reflexiones de Guijarro, hay lugar importante para el recuerdo de su etapa en aquella banda que marcó un antes y un después en la música procesional de Córdoba, al explicar que "allí aprendí prácticamente todo lo que se, gracias un grande de nuestra ciudad, por desgracia nada reconocido, el maestro de muchos músicos de Córdoba y mi Maestro musical cofrade, D. Antidio Cabal Casares junto a D. Jorge Martín Puerto, quien fuera director musical de nuestra banda, uno de los mejores músicos, y persona extraordinaria".

No obstante matiza su respuesta con una lapidaria afirmación que da buena cuenta de su pensamiento musical; "Para mi no hay más estilo que la herencia que dejó Alberto Escámez y otros autores de su época, desarrollado por bandas como Bomberos de Málaga o la Centuria Romana. Ese es el estilo que define a la corneta y el tambor. Es cierto que con el paso del tiempo esta música ha ido evolucionando y de solo contar con dos voces pasaron a cuatro con la introducción de la trompeta, para posteriormente añadir nuevos instrumentos". A pesar de su querencia por el estilo más clásico de las bandas de cornetas, Guijarro afirma que su "mentalidad respecto al repertorio es algo mas abierta,", utilizando un símil futbolístico para matizar su razonamiento al afirmar que "al igual que un entrenador quiere a los mejores futbolistas en su equipo, a mi me gustaría tener las mejores marchas de cada banda siempre con una base importante de marchas clásicas.

Cuestionado acerca del sentimiento derivado de su participación en el cortejo de la Fuensanta, Israel Guijarro abre su corazón al confesar que "es inexplicable. Yo compuse la marcha A Ti, Fuensanta, una de las más representativas de la banda que llevaba su nombre... imagínate qué puede significar estar presente en el día grande de la Patrona de la Ciudad", al tiempo que añade "para toda la banda, es una mezcla de responsabilidad e ilusión. Ilusión por poner nuestros sones en nuestra capital, para nuestra patrona, y mismo tiempo una responsabilidad muy grande, porque es la procesión que abre nuestro curso cofrade, con apenas tres semanas de ensayo, y sabemos para qué vendrán muchos "entendidos de la música cofrade" a ver a la banda. Sea como sea, creo que hemos elegido un repertorio acorde a ese día tan importante y seguramente estaremos a la altura de las circunstancias".

Entre los objetivos que la banda se marca a medio y largo plazo, Israel Guijarro es realista, demostrando tener los pies en el suelo; "nuestro primero objetivo es hacer una buena actuación. A partir de ahí, tenemos muchos objetivos y metas a las que llegar, musicales y corporativas, sobre todo con la mirada puesta en la Semana Santa de 2017 que es lo que nos ayudara a seguir cumpliendo con nuestros objetivos, como por ejemplo terminar de personalizar nuestro uniforme, adquirir un local de ensayo, y musicalmente, ir ganando en calidad y ampliando nuestro repertorio propio".

La otra gran cuestión perenne a la que han de responder siempre los componentes de nuevas formaciones musicales cuando comienzan su desafío, es si existe sitio para nuevas bandas en Córdoba. Israel Guijarro demuestra en su respuesta una claridad absoluta al respecto al manifestar que "en Córdoba hay aproximadamente 350.000 habitantes, gente de sobra para ampliar la plantilla de las bandas actuales e incluso de crear más" y profundiza en su tesis añadiendo que "¿cuántos grupos musicales de rock, pop, flamenco u orquestas hay?. Se siguen creando bandas de todo tipo y no pasa nada. ¿Por qué tiene que pasar en nuestra música?. A mi no me molesta que se creen mas bandas, mientras nos respetemos los unos a los otros, no pasa nada. El problema reside en que no hay respeto, y siempre esta quien intenta sacar partido de las bandas jóvenes. Por eso se intentó crear una Asociación de Bandas que defendiera los intereses de todas las bandas, pero por unas cosas o por otras, o porque no interesaba, no se llego a crear". 

En relación a la dificultad para las bandas cordobesas de encontrar hueco en su propia ciudad, Guijarro explica de manera rotunda que "por suerte y gracias al trabajo que desempeñan todas las bandas, Córdoba tiene un nivel excelente, tanto en la capital como en la provincia y nada que envidiar a ninguna banda de cualquier otro sitio. Gracias a eso, en los últimos años estamos viendo que las hermandades están apostando por las bandas de Córdoba, aunque todavía falta un poquito más de confianza. Creo que hay hermandades suficientes para todas las bandas de la capital. Ojala algún día sólo veamos en los libritos de Semana Santa bandas de Córdoba, capital y provincia, que para mi también cuentan. Esta ciudad nunca ha sido ejemplo de querer a sus artistas, músicos, deportistas o toreros. Nadie es profeta en su tierra. Primero hay que destacar fuera para poder abrir camino en tu tierra, aunque eso creo que pasa en todas las ciudades. Sin embargo al final Córdoba es sabia y sabe valorar lo que tiene".

Para finalizar nuestra charla con Israel Guijarro, en la que no elude ninguna pregunta quisimos testar su opinión acerca de la presunta rivalidad entre formaciones musicales y cómo la sobrellevan en una banda con menos de un año de existencia. Su respuesta no deja lugar a la duda, ni requiere de añadidos: "Nosotros no podemos competir con ninguna banda de la capital, todavía nos falta mucho camino para estar a su altura, aunque vamos por el camino. Aun así notamos la competencia. Por norma general este mundillo es muy hipócrita, y lo mismo te están dando palmaditas en la espalda que te están criticando. Pero es normal, a mi la competencia sana no me disgusta. El problema es la competencia a mala fe, que es la que reina en nuestra música, y las críticas que van a hacer daño sin ni siquiera conocerte. No obstante nosotros lo llevamos bien y en general nos llevamos bien con todas, aunque está claro que con unas más que con otras, porque unas te respetan más que otras. Este mundo es así; intentamos llevar la competencia con la mejor cara posible".

La suerte está echada. Más allá de lo verdaderamente importante, la Virgen de la Fuensanta, el próximo 7 de septiembre muchas miradas estarán pendientes de múltiples elementos accesorios que configuren los alrededores del cortejo, su mayor o menor densidad, el número de fieles que se agolpe a su paso o si David Luque vuelve a estar donde no debe, como el año pasado. Otros pondrán su atención en el buen hacer de unos músicos que están intentando con su lucha cotidiana materializar su sueño. Y ellos a buen seguro pondrán toda la carne en el asador conscientes de la oportunidad que tienen ante sí. ¡Suerte!.


Foto Banda Ciudad de Córdoba



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